Un incendio devastador cobró la vida de Yimer J.M.H., de 37 años, y su hijo Ian J.M.M., de apenas 10 años, durante la madrugada del martes en una vivienda ubicada en la zona del Plan 3000, Santa Cruz de la Sierra.

La tragedia ocurrió entre las 2:00 y 2:30 a. m., cuando un cortocircuito en una instalación eléctrica precaria provocó el calentamiento de cables y el posterior derrame de combustible diésel almacenado en el interior del dormitorio del menor. Así lo confirmaron los peritajes realizados por la Unidad de Bomberos de la Policía y el Instituto de Investigaciones Técnico Científicas de la Universidad Policial (IITCUP), informó la Fiscalía.

“Se estableció que la causa del incendio fue una instalación eléctrica deficiente. El cableado pasaba de manera improvisada por ventanas y muros, sin protección adecuada. El calor generado causó el derrame de unos 80 litros de diésel que se encontraban en el dormitorio del niño”, explicó la fiscal asignada al caso, Rose Mary Barrientos.

Según el relato de familiares, al escuchar los gritos de auxilio de su hijo, Yimer corrió hacia el dormitorio en llamas para intentar salvarlo. Lamentablemente, ninguno logró salir con vida.

“Mi cuñada cuenta que él entró a auxiliar a mi sobrino, pero cuando yo llegué, encontré los cuerpos en esquinas opuestas de la habitación, lo que me resulta extraño”, expresó Joel Mamani, hermano del fallecido.

A pesar de que inicialmente se especuló sobre la posible participación de un agente externo, la Fiscalía descartó esta hipótesis preliminarmente. “No se ha identificado hasta el momento a ninguna tercera persona involucrada en el hecho”, aclaró Barrientos.

Se espera que en las próximas horas se conozcan los resultados oficiales de la autopsia para establecer con precisión la causa de muerte de ambas víctimas.